Me gusta caminar entre árboles, sin un sitio a donde llegar ni una hora a la que volver. Sentir el calor del sol mañanero y el crujir del pasto bajo mis zapatos. Me fascina la risa de mis dos tesoros y observar cada día que han descubierto algo nuevo, algo que recordaran toda su vida.
Es por ello que hace tiempo trato de embotellar estas sensaciones, como intentando que no se diluyan en el aire. Adoro la fotografía porque me permite conservar los momentos vividos, las emociones sentidas, las personas que fuimos y la forma en que nos quisimos. Y así poder de vez en cuando abrir una de esas botellas y echar un trago de felicidad.
Para tan importante labor me he encargado siempre con pasión de aprender y mejorar la técnica fotográfica, el arte de embotellar sentimientos.
Puedes contactar conmigo escribiendo aquí abajo:
